viernes, 26 de septiembre de 2008

"Homenaje al cartonero argentino"


De pie, así,
erguido en medio de esa nada,
rodeado de faltas y ausencias,
así, de pie
fue llenando espacios a fuerza de agujeros,
de impotentes vacíos y sonrisas postergadas.

Casi sin sentido,
salvo el del propio existir,
(motor infernal que del abismo nos saca),
intentó el impulso a pesar de si mismo,
a pesar del hambre de sentirse aceptado,
desconsuelo crónico que le corroe el alma,
que traduce su marcha en andar cansado,

Consciente y tolerante
de sus morbosas circunstancias,
montó al destino en dos ruedas,
y respiró,
respiró profundo y zarpó.
Como el mismísimo sol, naciendo cada mañana,
puso proa al nuevo día con su disfraz de mendigo,
y a recoger los desechos de mi ciudad autista,
que es ciega del ojo altruista
pero del otro… mudo testigo.

Doblado pero aún en pie
vuelve silbando a la luna,
su botín de guerra en dos bolsas:
botellas, latas, cartones,
un atado de papeles, pedazos de pan,
dos manzanas,
solo restos de comida
solo otras formas de violencia urbana.

Esta es la vida de un hombre
pobre, nacido pobre,
…de oportunidades,
…de protegerse a si mismo,
…de inmerecida herencia,
esta vida no pregunta, nunca lo hizo con él,
solo lo puso de pie y se fue.
Ricardo 25-09-2008

jueves, 18 de septiembre de 2008

Dolina y la poesía.


El hombre es una perpetua víspera. Es lo que es, pero también lo que todavía no es. Vive inclinado hacia el futuro. Vive deseando y es él mismo su deseo. El hombre se va a morir, pero tiene apetito de eternidad. El hombre es mortal y es esa tragedia la que lo hace libre, la que lo convierte en constante posibilidad. Posibilidad de caída o de salvación. El hombre se va a morir y por eso ama, y por eso escribe poemas. Y tal vez el poetizar no sea más que un juicio sobre el carácter mortal del hombre. La poesía revela nuestra condición fundamental y esa condición es trágica.Sin embargo, no debe pensarse que la poesía es una experiencia que luego va a ser traducida en palabras adecuadas. En verdad, las palabras mismas son la experiencia. La poesía es nombrar lo que no existía. Y ahora va a existir sólo por haber sido nombrado.Alejandro Dolina.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Es ahí en donde quiero estar.

Hay música como la de Giussepe Verdi en “la Libertad de Nabucco” con su coro de “esclavos”, o de Albinoni en el Adagio, o el sentido y maravilloso “Soneto de Claro de luna” de Bethoven, que te hacen tomar real dimensión del lugar que ocupamos como seres humanos en el concierto de astros que forman el universo. Por momentos en lo personal esta música hace que me sienta tan insignificante como una pelusa, y en otros me pone en la cima de la pirámide de los seres vivos, y es entonces cuando me siento un hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, porque quienes han hecho esta música no eran otra cosa que mortales como yo, pero me llevo siempre la sensación de que fue Dios quien les ha dictado las notas. Lo curioso es que me sienta como me sienta, en la cima o en el piso no puedo dejar de emocionarme hasta las lágrimas, lo juro, me es inevitable.Entiendo que es maravilloso dejarse atravesar por el arte, en cualquiera de sus expresiones, algunos somos mas sensibles a la música, otros a la literatura, otros a la pintura, al teatro, al cine, en fin, son tantas las formas de expresarnos…, es otro mundo y nada se compara con el, con la vibración que produce en nuestras fibras, estoy convencido que no existe nada material que logre acercarse a lo que nos puede conmover el sonido de un buen piano, un cuadro de Joaquín Sorolla o un poema de Pablo Neruda, en fin, la vida también pasa por otro lado, y es ahí donde quiero estar. RICARDO

Yo y mis circunstancias.

Para los que quieran saludarme para mi cumpleaños nací el 28 de mayo de 1956 en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Viví y crecí desde los 18 años con mi amada mujer, Julia, psicóloga de profesión, amante por vocación. De nuestra unión nacieron cuatro hijos Lucas (25 años), Laura (24 años), Sabrina (22 años) y Natalia (20 Años), todos ellos buena gente. Además tengo la dicha de tener tres nietos: Luna (5), Rodrigo (4) y Santiago (1). Todos formamos una familia llena de sueños y pasiones.
Me gusta escribir poemas y cuentos, aunque debo confesar que este hábito de la escritura es algo absolutamente nuevo para mi, nunca antes pude expresarme de esta manera, lo mío era la música como forma de expresión, pero algo sucedió y no puedo dejar de escribir, bien o mal, a quien le importa, solo sé que me reconforta y eso es lo que cuenta. Y es por eso que voy a aprovechar este espacio para volcar en él algunos de mis escritos; a todos los que estén dispuestos a arriesgar perder algunos minutos de su tiempo y leer alguno de mis versos, a todos ellos les quedaré debiendo algo, trataré de no defraudar su confianza. Un ciber abrazo para todos! RICARDO